Por: Edward Nova
Para comprender este proceso, es necesario determinar un rango de conceptos que sobre el conflicto se han planteado. El término «conflicto» proviene de la palabra latina conflictus que quiere decir chocar, afligir, infligir; que conlleva a una confrontación o problema, lo cual implica una lucha, pelea o combate. Este también surge cuando personas o grupos desean realizar acciones que son mutuamente incompatibles, por lo cual la posición de uno es vista por el otro como un obstáculo para la realización de su deseo; en este caso, el conflicto no se presenta de manera exclusiva por un enfrentamiento por acceder a unos recursos, sino por una indebida percepción del acceso a los mismos.
Manejo adecuado del conflicto:
Entre los actores involucrados en un buen manejo del conflicto pueden
presentarse las siguientes actitudes:
Aceptar la condición humana y la cadena de conflictos para aprender
a sobrellevarlos y a asumirlos como un estímulo.
Enfrentar y manejar el conflicto en vez de evitarlo.
Aceptar a los demás cuando plantean ideas diferentes.
Aprender a dialogar sin fomentar las polémicas y el «diálogo de sordos».
Entender a los actores y no asumir posiciones defensivas.
Fomentar la actitud de «ganar-ganar».
Evitar reprimir o explotar la agresividad.
Dentro de las formas alternativas de resolución de conflictos se encuentran
La negociación, la mediación, el arbitraje y la conciliación.